CAROLINA dice:
Siempre quise representar al país en algo (...). Y se me está dando. Carolina Aguirre.
“Sentí que se realizaba en mí algo que yo había visto que pasaba en tantas otras candidatas que fueron Miss Ecuador”, respondió Caro -como la llaman sus amigos- a este Diario en una pausa que hizo luego de una cena en
Siempre quise representar al país en algo (...). Y se me está dando. Carolina Aguirre.
“Sentí que se realizaba en mí algo que yo había visto que pasaba en tantas otras candidatas que fueron Miss Ecuador”, respondió Caro -como la llaman sus amigos- a este Diario en una pausa que hizo luego de una cena en
su honor.
“El hecho de ver a Claudia (Schiess) aproximarse a mí con la corona en la mano y ponérmela, yo sentía que estaba viviendo un sueño”, relató la también cantante sobre el momento de su coronación.
Las llamadas de felicitación no cesaban en su teléfono.
El cariño para ella fue intenso esa noche. Más de 30 familiares y amigos se reunieron para apoyarla, encabezados por su madre, la cantante argentino-ecuatoriana Mariel Córdoba, su padre Diego Aguirre, sus hermanos Diego y Pablo y su novio César Rohón, con quien mantiene una relación desde hace ocho meses.
“Me sentí recompensada porque es un trabajo arduo, no es fácil, es fuerte el trabajo (...). Se lo merece porque es muy solidaria y no lo digo porque ahora sea Miss Ecuador”, destacó su progenitora, quien también recibió felicitaciones de los invitados, incluso del resto de candidatas. Todavía con la corona sobre su cabeza y la banda ciñéndole su esbelta figura, Carolina aseguró no creer la realidad que está viviendo. “Lo imaginé muchas veces. Era un sueño que tenía, siempre lo visualizaba pero lo veía como algo muy lejano”.
Volverse un personaje público es uno de los pequeños sacrificios que afirmó deberá hacer, a cambio de cumplir con esta meta que se trazó en su camino. La atención de los medios será sumamente importante para la realización de los proyectos a cumplir, dijo. “Siempre me porto bien así que no daré de qué hablar”, comentó entre risas.
Su ingreso como candidata al certamen, recalcó, fue un indicio de que su sueño se haría realidad. La directora de la organización Miss Ecuador, María del Carmen de Aguayo, la invitó a concursar luego de verla en un desfile en el que participó.
“Siempre pensé que sería yo quien tuviera que buscar la oportunidad. Y no al revés. Así que decidí tomarla”, dijo.
La estudiante de periodismo en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) y apasionada de la comida típica, en especial de los mariscos y el maduro, confesó que durante la elección, en los momentos en que los nervios se apoderaban de ella, optó por no perder la fe en sí misma.
“Cuando pensaba que no iba a quedar lo único que hacía era visualizarme con la corona, pensar positivo en que iba a dar la respuesta correcta”, agregó.
Dejar de usar jeans rotos, el cabello mojado, un look que ella definió como de roquera relajada, es uno de los ‘pequeños sacrificios’ que hizo desde que ingresó como candidata del concurso de belleza.
“Siempre he sido superfemenina, sencilla y descomplicada. Ahora debo proyectar una imagen más impecable. Pero no me molesta”, señaló.
La menor de los hermanos Aguirre y la pequeña consentida a la que su padre llama Carito, como la canción del colombiano Carlos Vives que siempre bailan juntos, sabe que lo más difícil será estar alejada de su familia por los viajes y múltiples actividades, pero aseguró también que es esta quien le da la fuerza en todo momento.
“El hecho de ver a Claudia (Schiess) aproximarse a mí con la corona en la mano y ponérmela, yo sentía que estaba viviendo un sueño”, relató la también cantante sobre el momento de su coronación.
Las llamadas de felicitación no cesaban en su teléfono.
El cariño para ella fue intenso esa noche. Más de 30 familiares y amigos se reunieron para apoyarla, encabezados por su madre, la cantante argentino-ecuatoriana Mariel Córdoba, su padre Diego Aguirre, sus hermanos Diego y Pablo y su novio César Rohón, con quien mantiene una relación desde hace ocho meses.
“Me sentí recompensada porque es un trabajo arduo, no es fácil, es fuerte el trabajo (...). Se lo merece porque es muy solidaria y no lo digo porque ahora sea Miss Ecuador”, destacó su progenitora, quien también recibió felicitaciones de los invitados, incluso del resto de candidatas. Todavía con la corona sobre su cabeza y la banda ciñéndole su esbelta figura, Carolina aseguró no creer la realidad que está viviendo. “Lo imaginé muchas veces. Era un sueño que tenía, siempre lo visualizaba pero lo veía como algo muy lejano”.
Volverse un personaje público es uno de los pequeños sacrificios que afirmó deberá hacer, a cambio de cumplir con esta meta que se trazó en su camino. La atención de los medios será sumamente importante para la realización de los proyectos a cumplir, dijo. “Siempre me porto bien así que no daré de qué hablar”, comentó entre risas.
Su ingreso como candidata al certamen, recalcó, fue un indicio de que su sueño se haría realidad. La directora de la organización Miss Ecuador, María del Carmen de Aguayo, la invitó a concursar luego de verla en un desfile en el que participó.
“Siempre pensé que sería yo quien tuviera que buscar la oportunidad. Y no al revés. Así que decidí tomarla”, dijo.
La estudiante de periodismo en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) y apasionada de la comida típica, en especial de los mariscos y el maduro, confesó que durante la elección, en los momentos en que los nervios se apoderaban de ella, optó por no perder la fe en sí misma.
“Cuando pensaba que no iba a quedar lo único que hacía era visualizarme con la corona, pensar positivo en que iba a dar la respuesta correcta”, agregó.
Dejar de usar jeans rotos, el cabello mojado, un look que ella definió como de roquera relajada, es uno de los ‘pequeños sacrificios’ que hizo desde que ingresó como candidata del concurso de belleza.
“Siempre he sido superfemenina, sencilla y descomplicada. Ahora debo proyectar una imagen más impecable. Pero no me molesta”, señaló.
La menor de los hermanos Aguirre y la pequeña consentida a la que su padre llama Carito, como la canción del colombiano Carlos Vives que siempre bailan juntos, sabe que lo más difícil será estar alejada de su familia por los viajes y múltiples actividades, pero aseguró también que es esta quien le da la fuerza en todo momento.
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